Basil Poledouris ha sido uno de los grandes nombres de la música sinfónica de los años 80 y 90. Autor de rotundas obras maestras como «Conan», «El Lago Azul» o «Starship Troopers», músico espectacular y de inmensidad instrumental, también ofrecía destellos líricos protagonizados por hermosas melodías.
«It's my party» (1996) es una película que pasó desapercibida ya que era francamente floja. Explica una fiesta que da un hombre enfermo de Sida a sus amigos.
Cuando Poledouris entregó al director Randall Kleiser una muestra de la partitura, el director quedó alucinado. Se trataba de una muestra de los temas interpretados con el piano, unos temas a los que había que añadir la instrumentación.
El director se emocionó tanto que pidió a Poledouris que no los instrumentara y que los mantuviera a piano. La elección no pudo ser mejor.
La música es absolutamente preciosa al mostrarse desnuda, sin artificio, limpia. Una partitura de prestigio para su compositor.
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