Fuente: ELTIEMPO.COM
Los hijos del presidente Álvaro Uribe decidieron responder a las críticas y explicar sus actividades. Sostienen que su decisión es mantenerse como empresarios y que no hacen negocios con el Estado.
La controversia se originó porque la columnista de EL TIEMPO, Salud Hernández, el pasado domingo los acusó de "caer en la tentación de hacerse millonarios utilizando su condición de hijos del Presidente".
Edulfo Peña: ¿Qué pasa con la familia del Presidente que algunos sectores insisten en vincularla con negocios que no debería estar haciendo?
Jerónimo: Mi hermano y yo decidimos ser empresarios antes de que mi papá fuera Presidente.
¿A qué edad?
Jerónimo: Yo tenía 18 y mi hermano 20 años, y tuvimos la primera quiebra en negocios antes de que mi papá fuera Presidente.
¿Cuál fue esa primera quiebra?
Jerónimo: Unos sombreros que mandamos a España en el 2001 y no se vendieron. Antes de que mi papá fuera Presidente ya habíamos tomado la decisión de dedicarnos a hacer empresa, ya estábamos curtidos en eso.
¿Entonces esto no es nuevo?
Jerónimo: Esto es una vocación familiar. Mi papá, antes que político, ha sido empresario. Ambos abuelos han sido empresarios, ha sido una vocación familiar. Más que aprovecharnos de una coyuntura o de algo efímero, como es el hecho de que el papá nuestro sea el Presidente, ha sido una vocación temprana.
Algunos dicen que ustedes están aprovechando la posición del Presidente para hacer negocios.
Tomás: Nosotros no tenemos negocios con el Estado. Nos los vienen a ofrecer y lo primero que advertimos es que no nos interesan. Decidimos crear empresa con el sector privado desde hace ocho años, es lo que nos gusta, aspiramos a poder ser empresarios toda la vida, hacerlo de manera ética, socialmente responsable.
¿En qué negocios están ustedes?
Jerónimo: Es muy fácil para cualquier colombiano averiguarlo, porque esos negocios han sido abiertos, no se han hecho escondiendo el hecho de que estamos involucrados en ellos.
Estamos en tres cosas: fundamos una empresa de artesanías hace 7 años, la cual ha crecido moderadamente, no ha tenido un crecimiento espectacular o sospechoso; fundamos también una empresa de servicios ambientales, que ha tenido dificultades y ha salido adelante; y estamos en propiedad raíz, un negocio de tradición de la familia de mi mamá, que mi abuelo tiene desde hace más de 50 años.
¿Es fácil deslindar lo público de lo privado, en esos negocios?
Tomás: Las empresas nuestras están abiertas para que las escruten. Los dos dos fungimos como representantes legales y no tenemos a nadie que nos haga el frenteo. Vayan y pidan referencias nuestras, con nuestros clientes, con nuestros proveedores, con nuestros colaboradores. Estamos solo en el sector privado, pueden revisar y no van a encontrar que hayamos realizado transacción alguna con cualquier entidad del Estado.
Jerónimo: Claro que si usted paga impuestos, si usted crea una empresa, ya crea un vínculo con el Estado y es vigilada por él mismo. Cualquier actividad como ciudadano o como empresario tiene relación con el Estado. ¿Se podría decir entonces, por cualquier actividad que emprendiéramos, que nos estamos aprovechando del Estado? Todos tenemos relaciones con el Estado.
Pero no nos hemos aprovechado en absolutamente nada, en lo más mínimo de cualquier favor estatal. Ahí está la lista de los miles de funcionarios que trabajan en el Estado colombiano. Cualquiera que tenga una inquietud sobre eso, que llame, que salga el primero a decir que Tomás o Jerónimo Uribe lo han buscado para algún favor indebido.
Tomás: Hemos procurado ser tan delicados que, cuando hemos ido a pedir créditos a cualquier banco, nos han ofrecido las líneas de crédito de Bancoldex, que se las ofrecen a todos los microempresarios, y hemos dicho: no. No tenemos un solo crédito con línea de descuento Bancoldex.
¿Dicen que algunas personas sí les han propuesto negocios con el Estado?
Jerónimo: ¡Claro! De hecho la gente, por ejemplo, en el tema de artesanías, le dicen a uno que por qué no le vendemos unos sombreros o unas pulseras promocionales a esta empresa del Estado. Y les decimos: ¡Hombre!, estamos impedidos, no podemos hacerlo, no lo vamos a hacer, no hemos buscado hacerlo.
¿No han hecho un solo negocio con el Estado?
Jerónimo: Se lo voy a poner así de claro. A mí me llama un embajador y me dice: tengo un coctel para colombianos, véndame unas pulseras. Y yo le tengo que decir: cómprelas en Artesanías de Colombia. Ni para un coctel de embajador puedo vender unas pulseras.
Tomás: Un columnista mandó un derecho de petición a Proexport indagando que cuáles eran los beneficios que los hijos del Presidente habían obtenido. Ningún beneficio. Proexport, por ejemplo, tenía un programa para las mipymes, les ofrecían subsidio de 5 mil dólares al año para participar en ferias. No lo utilizamos, aunque cumplíamos los requisitos.
Jerónimo: Hay gente que dice que por ser los hijos del Presidente vamos a tener más éxito en los negocios. Nosotros no hemos basado los éxitos de los negocios en ser los hijos del Presidente. Las artesanías, los servicios ambientales, los hemos evaluado con todo rigor, queriendo hacer un trabajo totalmente profesional, ético. Si basáramos el éxito de los negocios en el solo hecho de ser hijos del Presidente se nos acabarían las empresas el 7 de agosto del 2010.
¿En todos los negocios ambos son socios?
Tomás: Somos socios en todo.
Jerónimo: Si Tomás se gana la lotería me da la mitad a mí.
¿Tienen socios en alguna de esas empresas?
Jerónimo: Sí señor.
¿Quiénes son?
Tomás: Mi socio es un compañero del colegio, a quien conozco hace 23 años. No doy su nombre solo por razones de seguridad. Es un muchacho sencillo que anda en un Twingo.
¿Es el único socio?
Tomás: Y mi tío Carlos Enrique Moreno, hermano de mi mamá.
Jerónimo: En Salvarte somos socios solo Tomás y Jerónimo.
Tomás: Le vamos a contar una cosa: a nosotros nos aparecen socios día de por medio, gente que dice 'me encontré con tu socio' fulanito, y no tengo ningún tipo de sociedad con él. 'Es que estuve rumbeando con tu socio peranito'.
Nos aparecen socios, propiedades. Hace unos meses estuvimos en el consejo comunal de Yopal y alguien dijo: 'Claro, es que como ustedes tienen dos fincas en Yopal y una mina de carbón, aprovecharon para venir a ver la finca con el papá. De esas a Jerónimo le han pasado infinidad de anécdotas.
Jerónimo: Ya le dijimos en lo que estamos. Ahora le vamos a decir en lo que no estamos, porque hay mucha gente que abusa y se inventa que la familia Uribe está en un negocio o en una propiedad para valorizar ese negocio y esa propiedad y de alguna forma engañar a la gente: no estamos en hoteles, no estamos en tierras de palma. Han dicho que tenemos 4 mil hectáreas en Casanare, 20 mil en Vichada, 2 mil en Mompox, 1.200 en Cesar. No tenemos nada de eso.
El otro día alguien me buscó porque creía que teníamos el monopolio del carbón en Colombia. El único carbón que hemos comprado es para la chimenea de la casa.
¿Entonces son mitos los negocios de los hijos del Presidente?
Tomás: Le cuento otra anécdota. Hace poco alguien me llamó y me dijo que acababa de pasar la Semana Santa en una finca de Casanare y que qué belleza, que estaba entusiasmado en comprar una finca allí porque iba a ser vecino nuestro. El comisionista que estaba vendiendo esa finca había dicho que un terreno vecino era de los hijos del Presidente, solo para asegurar su negocio.
Jerónimo: Corrió mucho el rumor de que Tomás y Jerónimo tenían invertida plata en esta o en esa 'pirámide' y nos han contado de casos de personas que invirtieron por el solo hecho de que les aseguraron que la familia Uribe tenía dinero ahí. Hay gente inescrupulosa que abusa del nombre de nosotros para impulsar sus negocios y aprovecharse de los inversionistas de ese negocio y por ahí derecho causarnos un perjuicio en nuestra imagen.
¿Es cierto que tuvieron un crédito con los señores Cabrera, del Huila?
Jerónimo: Yo no conocí a los Cabrera, conocí a un socio de ellos, que para resumir la historia le prestó una plata a un compañero nuestro de la universidad. Ese amigo estaba pasando por una mala situación económica, acudió a mí para que le sirviera de codeudor y le serví de codeudor en una parte de la obligación, la cual fue cancelada con los respectivos intereses.
¿Tuvieron negocios con Body Channel?
Jerónimo: No se concretó ningún negocio con Body Channel. Conocí al Body Channel por una persona con la cual se generó una amistad y que la conocimos hace tiempo, Daniel Angel. Había posibilidad de desarrollar un documental artesanal por invitación de otro canal (TV Colombia), y busqué a Daniel como productor de televisión, para desarrollar ese material artesanal. Él estaba recién ingresado a Body Channel como empleado. Ellos se interesaron en desarrollar ese material y en reproducirlo y apenas surgieron los primeros rumores de DMG y de Body Channel en febrero del 2007, busqué al señor Ángel y le dije que nosotros nos teníamos que abstener de ese proyecto. Por ende no cerramos ningún negocio con Body Channel ni con DMG.
Ni hicimos negocios con ellos ni tampoco depositamos nuestros recursos en DMG o en alguna otra empresa de esta clase.
¿Qué inversiones tienen en Barranquilla?
Jerónimo: No tenemos inversiones en Barranquilla
Tomás: Lo único que tenemos en Barranquilla es una bodega en arriendo que operamos con una compañía multinacional muy seria.
¿Para cuál de las empresas?
Tomás: Para la compañía de servicios ambientales.
Jerónimo: Tampoco tenemos locales propios, como dice una columnista. Y al respecto le aclaro: Salvarte, que es una empresa de artesanías, con más de 7 años, es una empresa que opera en cinco puntos de venta de los cuales ninguno es propio, ninguno de los almacenes es propio, todos están en arriendo.
En Eldorado no hay propiedad privada, la propiedad es del concesionario, que simplemente la arrienda. Hoy en día funciona un punto de Salvarte bajo arriendo, pero a través de un franquiciado.
¿Cuáles son sus relaciones con Bavaria?
Tomás: Les prestamos servicios de administración ambiental, tenemos una experiencia comercial con ellos de hace cinco años, son servicios que se han contratado en procesos de licitación en términos de competitividad y son licitaciones en las cuales nosotros nos hemos presentado y hemos hecho el mayor esfuerzo por ganar.
Jerónimo: Tanto el tema de Bavaria como el de la bodega de Barranquilla están enmarcados dentro de la empresa de servicios ambientales.
¿Qué es lo que pasa con unos lotes en la sabana?
Tomás: La familia de mi mamá, mi abuelo Darío Moreno, invierte en finca raíz desde hace 50 años. Hemos tenido algunas participaciones en un par de lotes acá en la sabana, están abiertas al escrutinio público, creo que no es un patrimonio sorprendente, creo que no hay sobresaltos sorprendentes en la situación patrimonial de nuestra familia. Ahí están nuestras declaraciones de renta.
¿Cómo opera el negocio de Salvarte?
Jerónimo: Salvarte desarrolla y comercializa artesanías, tiene 5 puntos en los cuales vende productos con un alto contenido de diseño.
¿Ustedes dan franquicias?
Jerónimo: Sí, tenemos dos al mismo franquiciado.
¿Qué se requiere para ser franquiciado?
Jerónimo: Meter una platica.
¿Cuánto cuesta montar un almacén de Salvarte?
Jerónimo: El montaje está en unos 60 millones de pesos.
¿Ninguna relación con alguien del Estado ahí, para alguna ayuda?
Jerónimo: No señor, esos son centros comerciales privados en los cuales se paga arriendo a la tarifa que pagan los demás comerciantes.
¿Cómo funciona la empresa de servicios ambientales?
Tomás: Lo que hacemos es ofrecer a la industria privada un servicio completo de administración ambiental.
¿Qué quiere decir eso?
Tomás: Que todas las necesidades ambientales de una empresa las pueda cubrir con nosotros.
¿Cómo cuáles?
Tomás: Manejo de residuos ordinarios, residuos peligrosos, tratamiento de aguas, vertimientos, emisiones, todo lo que es la ingeniería ambiental ¿Cómo lo hacemos? Tenemos aliados estratégicos, buscamos el experto en tratamiento de aguas, el experto en manejo de residuos peligrosos y suscribimos alianzas y le traemos a las empresas un paquete integral de servicios.
¿Y no hay en esos negocios relación con el Estado?
Tomás: Absolutamente ninguna. Mis clientes son todos empresas privadas, empresas respetables, empresas de mucha tradición en Colombia, muchas de ellas multinacionales, privadas.
¿Cuántos clientes tienen?
Tomás: Tenemos 47 clientes
¿Y para eso no hacen gestión ante el Ministerio del Medio Ambiente?
Tomás: Me ha tocado ir, como les ha tocado a todos los que estamos en el negocio, hacer derechos de petición, consultando normas, acudir a las mesas que forma el Ministerio, pero bien pueden preguntar si al doctor Juan Lozano le he pedido algún favor, algún beneficio.
Jerónimo: Nos ha tocado ir al Ministerio del Medio Ambiente a tramitar asuntos para exportar artesanías en fibras que necesitan permisos fitosanitarios. Como cualquier otra empresa exportadora de esos productos me toca ir a pedir esos permisos de exportación.
¿No me diga que ustedes hacen fila ante las entidades estatales como cualquier ciudadano?
Jerónimo: Esos permisos no los tramitan Tomás y Jerónimo. Como en toda compañía, va un funcionario nuestro que no refiere siquiera de qué empresa va y hace cola como todo el mundo.
¿No sienten que cuando llegan a una empresa les dan preferencia por ser los hijos del Presidente?
Jerónimo: Se cumplen los requisitos. Para que le expidan a uno un permiso fitosanitario hay que demostrar una documentación del proveedor, del productor, etc. No nos han expedido un permiso sin cumplir los requisitos, para cada minucia de esas, para cada permiso, hemos cumplido las exigencias.
¿Por qué creen que se les relaciona con las 'pirámides'?
Tomás: No tenemos un centavo en una sola 'pirámide'. A la única persona relacionada con una 'pirámide' que conocemos es a Daniel Ángel, a quien conocí hace 6 años, cuando viví como estudiante en Australia, como conocí a otro grupo de 15 estudiantes y por ser colombianos en Australia hicimos una relación. Más allá de la amistad no tuvimos un solo negocio.
¿No hubo alguna transacción de dinero con Daniel Ángel? ¿Están dispuestos a probarlo?
Jerónimo: Ninguna. Se ha querido insinuar que Daniel Ángel o DMG hubieran podido tener más fácil acceso a la Casa de Nariño o alguna otra entidad estatal por nosotros. No le servimos ni a Daniel Ángel, ni a DMG, ni le hemos servido a absolutamente nadie como intermediarios con el Estado, no hemos conseguido citas, no hemos hecho lobby, no hemos mediado para ningún tipo de interés con el Estado colombiano.
Más aún, también tengo que aclararlo, Daniel Ángel en ningún momento nos solicitó que le consiguiéramos una cita con fulanito de tal o con peranito.
¿Ustedes consultan a su papá cuando hacen algún negocio?
Tomás: Todo. Yo tengo por norma consultarle todos los negocios a mi papá, por un motivo práctico: siempre hay un consejo útil en él.
¿Todos sus negocios los conoce el Presidente?
Jerónimo: Todos, los tres que hemos mencionado: las artesanías, lo del medio ambiente y los negocios de la familia.
¿Algún día el Presidente les ha dicho, no se metan en eso?
Tomás: En todas. Cuando creamos las artesanías nos dijo: ¡Hombre, no se metan en eso! Después, cuando vio que esa era nuestra vocación, nos ha ayudado, nos ha aconsejado y sufre.
Jerónimo: ¿Por qué sufre? Porque creo que cualquier actividad en la que nosotros estemos involucrados, sea empresarial, o si nos hubiéramos dedicado a la academia, o al deporte, el éxito en cualquiera de ellas hubiera generado rumor, especulación, interrogantes.
¿Nos hubiéramos tenido que abstener de hacer cualquier cosa profesional, academia, emprendimiento o empleo en una empresa importante, por cuidarnos de lo que va a decir la gente? Nosotros no nos podemos cuidar de ser exitosos, nos tenemos que cuidar de actuar con total transparencia, con total honestidad y con total profesionalismo.
¿No sería mejor para el Presidente, para el Gobierno, para ustedes, dejar esas actividades y dedicarse mejor a estudiar?
Jerónimo: Eso hubiera podido ser una posibilidad. Pero si hubiéramos tenido éxito en la academia, Tomás se hubiera conseguido un puesto como profesor en una universidad importante, ¿no iba a salir igual la duda de que se lo consiguió por ser hijo del Presidente? O no se dediquen a nada en Colombia en lo cual ustedes puedan ser exitosos, porque eso va a generar rumores, váyanse del país. Ahí el cuestionamiento hubiera sido: ¿Por qué en una situación difícil del país los hijos están afuera y no están aquí?
¿Pero no creen que mientras se mantengan en negocios eso va a generar ruido?
Tomás: No, estamos persiguiendo nuestra vocación honestamente, estamos construyendo patria, estamos generando empleo formalizado, le estamos prestando un servicio profesional a nuestros clientes, estamos siendo empleadores decentes, estamos pagando impuestos. Nos parece injusto que tengamos que coartar nuestra vocación porque se puedan levantar suspicacias... No, acá lo que hay es que seguir, honestamente, éticamente, con responsabilidad social en esta vocación de crear empresa.
Jerónimo: Se la pongo así: mi papá tiene una carrera política exitosa, pero sobre todo transparente y honesta, entonces la pregunta es si también Álvaro Uribe se tuvo que haber abstenido de ser Presidente para que no digan todo lo que dicen de él, para que no digan que también compró tal finca, que Álvaro Uribe compró 40 mil hectáreas de palma, que Álvaro Uribe tiene un hotel en San Andrés, etc.
¿Es que también las versiones son sobre el papá?
Jerónimo: Claro, las versiones son sobre la familia, también sobre mi mamá. ¿Entonces la conclusión es: abstengámonos de dedicarnos con profesionalismo y honestidad de cualquier cosa en la que podamos ser exitosos por el qué dirán? Siempre va a haber rumores de gente malintencionada. Dediquémonos a lo que nos dediquemos, los habrá de mi papá, los ha habido a lo largo de toda su carrera política, los hay de nosotros, eso no nos puede impedir dedicarnos, como dice Tomás, a perseguir nuestra vocación.
¿Es una decisión definitiva mantenerse en los negocios?
Tomás: Éticamente, responsablemente, con todo el profesionalismo. Nuestra vocación es ser empresarios y esperamos poder seguir siendo empresarios mientras que la vida nos lo permita.
¿Están pensando en meterse en algún otro negocio?
Tomás: En estos momentos económicos meterse en negocios es demasiado riesgoso. Creo que nuestra misión es tratar de consolidar lo que hemos creado y en eso estamos bastante enfocados.
¿Cuántos empleados tienen ustedes?
Jerónimo: En Salvarte hay 11 empleados directos y alrededor de 250 indirectos.
¿En lo ambiental?
Tomás: 150.
¿Permanentes?
Tomás: Sí señor.
¿Y en lo de finca raíz?
Jerónimo: Esos son proyectos de inversión.
¿Cómo es el negocio de la finca raíz?
Tomás: El negocio no es de los hijos del Presidente, es de la familia Moreno.
¿Cómo están ustedes en ese negocio?
Tomás: Identificamos inmuebles que tienen un potencial, evaluamos que haya una lógica y una razonabilidad económica para adquirirlos, buscamos gente honrada, compramos los inmuebles y los hemos entregado a empresas de construcción muy respetables para que los desarrollen.
¿Ese negocio es en Medellín, en Bogotá o en muchas ciudades del país?
Tomás: No, es fundamentalmente en Medellín y Bogotá.
¿Tienen inmuebles en venta?
Tomás: En este momento hay un par de proyectos en desarrollo.
¿Qué les ha dicho el Presidente en estos días?
Tomás: Está preocupado como cualquier papá, sufre cuando se dicen cosas de sus hijos. Nos ha llamado, ha estado pendiente.
¿Y la mamá?
Jerónimo: También. Se han discutido en familia estos temas. Siempre por ser los padres vamos a recibir consejos de ellos.
¿Debería terminar rápido el Gobierno de Uribe para que ustedes puedan dedicarse a los negocios sin estos líos?
Tomás: Debería pasar rápido, pero para estar en familia otra vez los cuatro, pasar los fines de semana juntos.
¿En ocasiones es un problema ser hijo del Presidente?
Jerónimo: No creo que tengamos un problema. Un problema es tanta cosa que nos inventan ¿Cual es el problema de fondo? Que la gente que lo inventa lo haga abusivamente y que busque tomar provecho de los rumores que nos inventan, que una finca en tal parte, que una mina, que un hotel. Por el otro lado, habrá inquietudes puntuales que tendrá un periodista o un ciudadano y responderlas no es ningún problema, por el contrario, es nuestro deber.
¿Creen que pasa el referendo?
Jerónimo: Le quitamos la atención a toda esta entrevista tan buena que hemos tenido.
El tema está en toda parte.
Tomás: No nos pregunte por el referendo, pregúntenos más bien...
Usted está como su papá, que quiere que le pregunten lo que quiere decir y no lo que los periodistas quieren preguntar.
Tomás: El referendo es un tema muy político, pregúntenos por el tema familiar, ¿queremos tener al papá en la familia el 7 de agosto de 2010? Sí.
¿Solo empresa o también política?
Jerónimo: Empresa.
¿Ambos?
Tomás: Totalmente.
¿Puede asegurar que no va a hacer política?
Tomás: No puedo decir de esta agua no beberé, pero... creo que vamos a seguir atentos a la política, pero no me veo persiguiendo una carrera política, no me interesa. Creo que por responsabilidad social uno debe tomar una postura política, uno no debe abstenerse de opinar políticamente ni de votar.
¿Pero no se ve de candidato?
Tomás: No señor. Ya tuvimos suficiente cuota política en la familia.
¿Y Jerónimo?
Jerónimo: Es que ya el papá deja la marca muy alta, entonces para uno...
¿Cuatro periodos?
Jerónimo: No respecto del tiempo, sino que es muy difícil compararse con esos resultados.
Tomás: Si han dicho que somos privilegiados por hacer empresa porque el papá es Presidente, imagínese políticos. Entonces van a decir: como el papá fue Presidente a este lo nombraron o a este lo escogieron...
¿La mamá no quiere que ustedes sean políticos?
Jerónimo: Ella es la que menos quiere.
¿Y van a mostrar las declaraciones de renta como lo ofreció el Presidente?
Tomás: El que quiera pedir nuestra declaración de renta que la pida, el que quiera los certificados de Cámara de Comercio, que los pida.
Jerónimo: No nos los tienen que pedir a nosotros. Pueden ir a la Cámara de Comercio a pedirlos allá, la información es pública.
¿Cuánto es el capital de sus empresas?
Tomás: Vaya y pida los libros a la Cámara de Comercio. Nosotros no somos gente de grandes capitales. Yo vivo en apartamento alquilado, ni mi esposa ni yo tenemos carro. Vaya y revise mi cuenta bancaria, la de Jerónimo, no somos gente de lujos, usted a mí no me conoce una propiedad de lujo, un apartamento de lujo, no me conoce un carro de lujo. La única joya que tengo es este anillo de matrimonio, me lo pongo porque a mi esposa la hace feliz. Nosotros somos gente sencilla.
¿No tiene apartamento propio?
Tomás: No señor.
Pero porque no quiere.
Tomás: No señor, porque cuando me casé mi papá me dijo: hijo, mire a ver con qué le ayudo. Yo le dije: papá, no me alcanza la plata en este momento y creo que no es un buen momento para comprar apartamento. Vivo en un apartamento de 105 metros cuadrados en el norte de Bogotá que, creo, no tiene ningún lujo. Y es nuestra forma de ser.
¿No tiene carro?
Tomás: No tengo carro
Pero porque no quiere.
Jerónimo: No alcanza la plata.
EDULFO PEÑA
Editor Político
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